2 de agosto de 2023 -- Miércoles de la 17ª semana
Éxodo 34:29-35; Mateo 13:44-46
Homilía
Al principio del Estatuto de la Formación promulgado por nuestra Orden hace unos años, hay una cita de la 2ª carta de Pablo a los Corintios: "llamados a ser transformados en la imagen de Cristo" (3, 18). Estas pocas palabras expresan bien, de hecho, no sólo el objetivo de la formación monástica, sino el objetivo mismo de la vida monástica, que es llegar gradualmente a esta transformación radical de nuestro ser. Y San Pablo, en este pasaje de su segunda carta a los Corintios, hace la comparación entre este encuentro con Dios y el experimentado por Moisés, descrito en la primera lectura. La gloria de Dios que se reflejaba en el rostro de Moisés, de modo que el pueblo tenía miedo de mirarlo, era sólo una tenue imagen del misterio que estamos llamados a contemplar con nuestros propios ojos. Porque contemplamos la gloria del Señor como en un espejo, nos transformamos en esa misma imagen.