2 de octubre de 2025 -- Fiesta de los Santos Ángeles Custodios

Ex 23, 20-23; Mt 18, 1-5-10

Homilía

A lo largo del año litúrgico celebramos las fiestas del Señor y de la Virgen María, así como de muchos hombres y mujeres que, por su martirio o por la santidad de sus vidas, han manifestado la santidad de Dios. El 29 de septiembre, celebremos a tres arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, cuyos nombres conocemos por los relatos del Antiguo y Nuevo Testamento, y a todos los demás ángeles cuyos nombres desconocemos. Hoy celebramos a nuestros Ángeles Custodios.

Son seres misteriosos de cuya existencia no podemos dudar, ya que el propio Jesús habla de ellos en su encuentro con Natanael, y también en el pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar. En el Antiguo Testamento, conocemos al Arcángel Rafael, que acompañó a Tobit en su largo viaje; y en el Nuevo Testamento, conocemos sobre todo al Ángel Gabriel, que reveló a María su misión de Madre de Dios y a José su responsabilidad paternal hacia Jesús, el hijo de María, su esposa, nacido del Espíritu Santo.

Según la tradición de la Iglesia, a cada uno de nosotros se nos ha dado también un ángel custodio para que nos acompañe en nuestro viaje al Paraíso. El Apocalipsis también nos habla de los ángeles de Dios que, en el Día del Juicio, separarán a los que irán a la felicidad celestial eterna de los que, habiendo rechazado el amor de Dios, irán al castigo eterno. La palabra ángel significa «enviado» o «mensajero». Aunque la fiesta de hoy sea para esos seres celestiales que están en el reino celestial, nada nos impide rezar también, durante este día, por todos aquellos que Dios pone en nuestro camino para guiarnos en nuestra peregrinación aquí abajo, y especialmente por los miembros de nuestra comunidad, nuestras hermanas y hermanos. Son todos y cada uno de nosotros, en diferentes circunstancias, enviados de Dios, ángeles de Dios. Y todos estamos llamados a desempeñar este papel los unos para los otros, ¡aunque no siempre nos comportemos como ángeles!

En esta fiesta de los Santos Ángeles, demos gracias a Dios por todos los ángeles, visibles e invisibles, que ha puesto en nuestro camino.

Armand Veilleux