15 nov 2023 - Miércoles de la 32ª semana del tiempo ordinario
Sab 6,1-11; Lc 17,11-19
Homilía
En este Evangelio vemos a diez leprosos curados, curados porque creyeron. Los diez creyeron y, por tanto, fueron curados por su fe; sin embargo, sólo uno pensó en volver para dar gracias. Era extranjero. Era Samaritano. Lucas, que es el único evangelista que nos ofrece este relato, insiste en este hecho. Lo que le interesa es, en primer lugar, lo que piden los leprosos y, después, las palabras de Jesús cuando vuelve el Samaritano, al que llama "este extranjero". Es la única vez que aparece la palabra "forastero" ("allogenes") en el Nuevo Testamento. Jesús muestra un gran respeto por este extranjero, este Samaritano, para quien mostrarse a los sacerdotes de Israel no tenía sentido. Este extranjero quería postrarse arrojándose al suelo ante Jesús, como un siervo o un esclavo ante su amo, para darle gracias. Pero Jesús no acepta esta actitud de siervo y le dice que se levante: "Levántate", le dice. Dios, que ha creado al ser humano a su imagen y semejanza, espera de él que se levante con toda su dignidad de hijo o hija de Dios.