Homilías de Dom Armand Veilleux en español.

Jueves 22 de mayo de 2025 - 5ª semana de Pascua

Hechos 15:7-21; Juan 15:9-11

Homilía

          La última recomendación de Jesús a sus Apóstoles, en la última comida que tiene con ellos, es una llamada al amor fraternal. Del mismo modo, los relatos de los Hechos de los Apóstoles que leemos en este tiempo de Pascua nos muestran cómo este amor fraterno se vive concretamente, en el seno de una comunidad, a través de relaciones no siempre fáciles. Este amor se vive incluso a veces a través de la resolución de conflictos.

21 de mayo de 2025 - Miércoles de la 5ª semana de Pascua

Hechos 15:1-6; Juan 15:1-8

Homilía

          Después de leer el capítulo 14 de San Juan casi en su totalidad, hoy comenzamos el capítulo 15 y encontramos en plena evidencia el tema del "permanecer" mencionado tantas veces en el capítulo anterior. "Permaneced en mí, como yo en vosotros... El que permanece en mí, y yo en él, ése da mucho fruto".

17 de abril de 2025 - Sábado de la 4ª semana de Pascua

Hch 13,44-52; Jn 14,7-14

Homilía

Queridos hermanos y hermanas,

          En estos días de Pascua, la primera lectura de la Misa sigue hablándonos de los comienzos de la predicación apostólica, primero en Jerusalén y después a todas las naciones. La lectura evangélica está tomada de san Juan, especialmente, en estos días, del relato de los discursos de Jesús a sus discípulos antes de su pasión. El tono es muy familiar. Ayer Jesús les dijo que iba a su Padre y al Padre de ellos, y que ellos también conocían el camino. Tomás replicó: "Ni siquiera sabemos adónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino?” Hoy les habla de su Padre y les dice: "Ahora le conocéis y le habéis visto". Y esta vez es Felipe quien responde: "Muéstranos al Padre y con eso nos basta". Y ésta es la ocasión para que Jesús les explique que el Padre y Él son uno; y, por tanto, quien conoce al Hijo, conoce también al Padre.

20 de mayo de 2025 - Martes de la 5ª semana de Pascua

Hechos 14:19-28; Juan 14:27-31a

Homilía

La primera lectura nos habla de un periodo especialmente agitado en el ministerio apostólico de Pablo y Bernabé. Nada los desanimó, ni siquiera cuando fueron objeto de violencia y Pablo fue apedreado y dado por muerto. Si esa violencia se dirige contra ellos, es precisamente porque no sólo se niegan a usar la violencia ellos mismos, sino que predican la Buena Nueva a todos, sin excepción, reconociendo así la misma dignidad y vocación de toda persona como hijo de Dios, más allá de toda diferencia.

Domingo 5º de Pascua (C )

Hch 14, 21-27 / Ap 21, 1-5 / Jn 13, 31-35Hch 14, 21-27 / Ap 21, 1-5 / Jn 13, 31-35Hch 14, 21-27 / Ap 21, 1-5 / Jn 13, 31-35

Homilía

Con  toda justeza han sido designadas estas últimas  palabras de Jesús a sus discípulos en la Última Cena el “Testamento espiritual” de Jesús. En este testamento no da, en efecto, Jesús a sus discípulos una última serie de recomendaciones o de preceptos referentes a lo que han de hacer o dejar de hacer. Cuando dice:”Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros”, la expresión griega (entolé) que, a falta de mejor expresión,  solemos traducir por ”mandamiento”, tiene en el lenguaje de Juan un sentido doctrinal más bien que moral o legal.  En este contexto se trata de una “misión” más bien que de un mandamiento. La expresión “misión” implica que alguien ha sidi enviado por algún otro para llevar a cabo algo. (Por desgracia, esta expresión  tan rica de significado, lleva camino en nuestros días de perder toda su riqueza, llegando a ser utilizada no pocas veces para expresar la finalidad que se propone un grupo a si mismo). Amarnos unos a otros constituye la misión que hemos recibido de Jesús. Por ella podrán conocer las gentes que somos sus discípulos. Y por ella seremos asimismo sus testigos.

14 de mayo de 2025 - Fiesta de San Matías

Hechos 1:15-26; Juan 15:9-17

Homilía

          Poco sabemos de San Matías, aparte de lo que se nos cuenta en el breve relato de los Hechos que describe su elección. Y el elemento esencial de este relato es el discurso de Pedro, que nos revela muchos detalles importantes sobre la Iglesia primitiva, y sobre el significado de la Evangelización. Vemos que esta Evangelización consiste esencialmente en ser "testigos de la Resurrección". Ahora bien, como sabemos, no hubo "testigos" del momento preciso de la salida de Jesús del sepulcro. Ser "testigos de la resurrección" para Pedro es haber formado parte de la comunidad de los que siguieron a Jesús "todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, empezando por el bautismo de Juan hasta el día en que nos fue arrebatado".