Homilía del martes de la 26ª semana del T.O.
1 de octubre de 2024
Job 3, 1-3.11-17.20-23; Lucas 9, 51-56.
Queridos hermanos y hermanas,
Cuando Jesús hizo su último y largo ascenso de Galilea a Jerusalén, tuvo que pasar por Samaría. Las tensiones entre los Judíos de Jerusalén y los Samaritanos eran fuertes, y en la primera aldea samaritana donde Jesús quiso detenerse con sus discípulos, éstos se negaron a recibirlo, precisamente porque subía hacia Jerusalén. A los dos discípulos, Santiago y Juan, les gustaría hacer caer fuego del cielo sobre esos Samaritanos, para destruirlos. Un poco como San Pablo, que perseguía a los Cristianos como enemigos de Dios hasta que se encontró con Jesús en el camino de Damasco.