11 septiembre 2024 -- miercoles de la 23ª semana del Tiempo Ordinario
Homilía
La cuestión de la felicidad y la infelicidad es tan antigua como el mundo. Desde el principio del Génesis, aparece la desgracia, fruto del pecado, que priva de felicidad al hombre y a la mujer creados a imagen de Dios y que comparten su felicidad eterna. Maldita la serpiente que les engañó; maldito el suelo sobre el que se arrastra y que tendrán que cultivar para obtener su alimento; maldito Caín, que mató a su hermano y, finalmente, más tarde, malditos todos los que atacan al pueblo que Dios eligió para sí. (Todo el Antiguo Testamento está salpicado de tales "maldiciones").