Domingo 5º de Pascua (C )
Hch 14, 21-27 / Ap 21, 1-5 / Jn 13, 31-35Hch 14, 21-27 / Ap 21, 1-5 / Jn 13, 31-35Hch 14, 21-27 / Ap 21, 1-5 / Jn 13, 31-35
Homilía
Con  toda justeza han sido designadas estas últimas  palabras de Jesús a sus discípulos en la Última Cena el “Testamento espiritual” de Jesús. En este testamento no da, en efecto, Jesús a sus discípulos una última serie de recomendaciones o de preceptos referentes a lo que han de hacer o dejar de hacer. Cuando dice:”Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros”, la expresión griega (entolé) que, a falta de mejor expresión,  solemos traducir por ”mandamiento”, tiene en el lenguaje de Juan un sentido doctrinal más bien que moral o legal.  En este contexto se trata de una “misión” más bien que de un mandamiento. La expresión “misión” implica que alguien ha sidi enviado por algún otro para llevar a cabo algo. (Por desgracia, esta expresión  tan rica de significado, lleva camino en nuestros días de perder toda su riqueza, llegando a ser utilizada no pocas veces para expresar la finalidad que se propone un grupo a si mismo). Amarnos unos a otros constituye la misión que hemos recibido de Jesús. Por ella podrán conocer las gentes que somos sus discípulos. Y por ella seremos asimismo sus testigos.