27 de abril de 2025 - II Domingo de Pascua “C”
Hch 5,12-16; Ap 1,9...19; Jn 20,19-31
Homilía
Antes de convertirse en una religión organizada, con sus ritos de celebración, sus normas y sus estructuras administrativas, la Iglesia fundada por Cristo fue ante todo lo que es en su esencia más profunda, un vasto movimiento de fe. Los frescos relatos que los primeros cristianos nos han dejado de su experiencia primitiva son los textos fundadores de este movimiento espiritual. Cada uno de los autores del Nuevo Testamento relata esta experiencia con su propia sensibilidad y basándose en su experiencia personal. En el Evangelio de hoy, Juan, el discípulo amado, relata el encuentro de Jesús con sus discípulos la tarde del primer día de la primera semana de la nueva creación y la tarde del octavo día. Después, muchos años más tarde, Juan, desterrado a Patmos por haber seguido a su maestro hasta el final, escribe a las siete Iglesias de Asia Menor en un momento en que este movimiento espiritual nacido en la mañana de Pascua se ha convertido ya en comunión entre muchas Iglesias locales.