29 de agosto de 2023: martes de la 21ª semana "A

1 Tesalonicenses 2:1-8; Mateo 23:23-26

Homilía

          El evangelio de hoy es una continuación del de ayer. Es una larga lista de "maldiciones" que Jesús lanza a los fariseos. Los autores de nuestro leccionario litúrgico consideraron sin duda que era demasiado leer estas "maldiciones" de una sola vez, aunque no hubiera resultado una lectura tan larga. Lo que Jesús criticaba sobre todo de los escribas y fariseos en la primera parte era su hipocresía. En el texto que acabamos de leer, Él continúa sobre el mismo tema, e incluso de forma más explícita. Menciona dos formas más concretas de hipocresía.

           La primera forma de hipocresía de la que les acusa es la de practicar con gran precisión e incluso escrupulosidad los preceptos secundarios de la Ley relativos al diezmo que debe pagarse sobre las diversas formas de cosecha, mientras descuidan los preceptos más fundamentales de la Ley, a saber, la justicia, la misericordia y la buena fe.

           La segunda forma de hipocresía que Jesús reprocha a los escribas y fariseos es la de someterse a ritos externos de purificación, sin preocuparse por la pureza de sus corazones. Purificad primero el interior de la copa", dijo, "luego podréis purificar el exterior".

           Estas palabras del Maestro deberían llevarnos a todos a un serio examen de conciencia. ¿No observamos todos, en un momento u otro, con gran escrupulosidad algunos preceptos muy secundarios, un poco para tranquilizar nuestra conciencia por haber descuidado alguna exigencia más fundamental de caridad o de justicia?

           Y como es muy fácil engañarse y engañar en este terreno, la corrección fraterna que nos exigen la Regla de San Benito y el Evangelio es tanto más necesaria. Pablo, en su carta a los Tesalonicenses, que le eran tan queridos, nos da un bello ejemplo de corrección fraterna que puede ser muy directa e incluso muy fuerte, siendo al mismo tiempo no sólo muy caritativa, sino incluso llena de ternura.

           Pidamos al Señor la gracia de saber practicar -y recibir- esta forma de caridad que es la corrección fraterna.

           Hoy recordamos la Pasión de San Juan Bautista.